TIEMPOS DE EJECUCION

Recopilado y condensado por:

Jorge Marti

Se trata, tal vez, del dictamen pericial más difícil y que exige más de la experiencia y razonamiento del perito.

Tantos son los exámenes que pueden poner de manifiesto indicios y aún evidencia de la producción previa de las firmas, que el perito precisa recurrir a todas las materias que le ofrece la documentoscopía, para dar adecuada respuesta, de acuerdo con las características de los casos y lo que presenten los documentos sometidos a pericia.

Las pruebas e indicios más comunes se desprenden del análisis de los cruces de trazos; por el estudio de los tiempos de ejecución con las plantillas u otras metodologías; por la distribución del texto y de las firmas; por los evitamientos o reflejos de evitamientos; por la demostración de ante o posdatación; por el entrecruzamiento de los escritos con agujeros, manchas, dobleces, borrones, etc.; por la propagación de surcos de otros documentos; por cortes manuales de los soportes; por la ausencia o presencia de copias carbónicas – según los casos -, cuando su impresión consta en el texto; por el dactilografiado del texto sobre las estampillas; por la ausencia de propagaciones de carbón, etc.

Como ya dijéramos, no hay límites para las pruebas e indicios que pueden ser recolectados en estas demostraciones. El único límite será la competencia, discernimiento y perspicacia del perito.

Se trata de una maniobra que, en muchos casos, no ofrecerá elementos suficientes para una conclusión. Además difícilmente se podrá concluir que un documento no fue firmado en blanco. Cuando le es sometida la cuestión, raras veces el perito podrá afirmar que un documento no fue firmado en blanco.

Limitándose a informar que no encontró elementos que permitieran una respuesta positiva. Hemos encontrado, sin embargo, innumerables casos como insolubles, en los cuales existían pruebas incontestables que no habían sido percibidas por los peritos, exactamente porque no se encontraban entre las más comunes, porque huían de la rutina.

Los medios más frecuentes para indicar que una firma fue asentada antes del texto, son los entrecruzamientos en un sentido genérico. No sólo de dos trazos ejecutados manualmente, uno de tinta y otro de esferográfica.

Son entrecruzamientos con dobleces, relieves, depresiones, rasgos o perforaciones del papel soporte, o aun de trazos mecanografiados, como ocurre en el caso de autos.

Existe aquí un listado tan grande de hecho a observar que no se podría tener la pretensión de exponerlos a todos, aun más, porque otros distintos pueden surgir variando las circunstancias. Nos limitaremos entonces a estudiar aquéllos mas frecuentes. Con eso se pretende despertar la atención de los peritos para el caso, recordando también que la experiencia y la perspicacia son calificaciones indispensables para el ejercicio de la función.

La mayoría de los cruzamientos tiene relación con los dobleces del papel soporte. Un asentamiento gráfico o dactilográfico efectuado en la superficie lisa del papel, puede no presentar el mismo aspecto que aquel realizado sobre un doblez.

Inicialmente cumplimos en anotar la cualidad del doblez: loma o surco fuertemente acentuados o una mera arruga. Es obvio que los accidentes son más comunes en el primer caso que en el último.

Supongamos, por ejemplo, que un doblez alcanzó la firma del pagaré o la letra de cambio. En el punto del entrecruzamiento el doblez rasgó a seco o rompió el trazo de la tinta o de la esferográfica. Evidentemente el papel, cuando estaba liso, recibió la firma. El doblez fue posterior. Por otro lado, otro doblez, ya existente en el soporte, fue alcanzado por los escritos del llenado a pluma y tinta o con esferográfica. Fatalmente causará disturbios o accidentes del trazo en el punto de cruzamiento. El doblez es anterior. Son deducciones simples. Sin embargo, para alcanzarlas y enumerarlas es necesario un análisis correcto, verificando situaciones especiales como las condiciones particulares de la esferografía o de la máquina de escribir, que puedan influir en los resultados.

Otra apreciación común se hace respecto de los cruzamientos con relieves u otros accidentes verificados en el papel soporte.

Es evidente que una anotación hecha a tienta o con esferográfica no se puede comportar del mismo modo cuando es hecha en un papel liso que cuando encuentra en el camino un impedimento cualquiera o una condición anormal del soporte. Esta constatación es de suma importancia cuando se trata de firmas o escritos efectuados en los reversos de las hojas ya dactilografiadas en los anversos. Es común, principalmente, cuando haya habido copia carbónica con la aparición de relieves al dorso de la hoja en la cual aparecen otras anotaciones gráficas o la firma. Un trazo cortando o siendo cortado por el otro determinará el orden de los lanzamientos.

Obviamente en este capítulo también se incluye una cuestión controvertida y debatida respecto del orden de los entrecruzamientos manuales que se cruzan.

Existen numerosas condiciones particulares a ser consideradas: cruzamientos de trazos de tinta con otro trazo de tinta, estando los primeros aún húmedos o ya totalmente secos; cruzamientos de tintas de colores diferentes; cruzamientos de trazos de tinta con trazos de esferográfica; cruzamiento entre sí de esferográficas, de tinta de escribir o esferográficas con impresiones facsimilares de sellos, etc. Por consiguiente, son centenas de tipos de cruzamientos. Y como se trata de pericias que para muchos técnicos son muy raras, difícilmente se encontrará un profesional experimentado en cada uno de esos tipos de cruzamientos.

Por circunstancias especiales, los autores juzgan poseer alguna experiencia en este asunto. A pedido de ilustres magistrados de la Justicia del trabajo tuvieron que enfrentar esos problemas con mucha asiduidad. En aquellos tribunales eran frecuentes las impugnaciones de las firmas de los reclamantes. Y la conclusión pericial casi siempre era por la autenticidad de la firma.

En materia de cruzamientos conviene dejar bien en claro que los que cuentan son los fenómenos indiscutibles de naturaleza física. No cabe dejarse impresionar por el aspecto general; por lo común la tinta más oscura dará la impresión de haber sido asentada en último término, aun cuando eso no sea verdad.

Esa ilusión óptica que frecuentemente trasciende en la inspección ocular, también se transfiere muchas veces a la fotografía macrofotografía. También acontece con la máquina de escribir en los cruzamientos con tinta líquida. La cinta de la máquina aún impregnada de su mordiente graso, repele la tinta fluida arrojándo la hacia las márgenes, donde la misma penetra para formar un pozo o un punto más marcado en el reverso de la hoja (observable principalmente en el examen por transparencia).

No será posible ir mucho más lejos en este capítulo, sobre el cual los autores piensan escribir, en el futuro, una monografía especial.

De una cosa, sin embargo, los autores están convencidos: así como no puede existir un crimen perfecto, no existe una falsificación perfecta.