Relevamiento y restauración de documentos realizados en el Museo Histórico Regional de la Colonia San José -Entre Ríos- Argentina

A partir de la implementación del proyecto de conservación de los documentos en soporte papel del Museo Histórico Regional de la Colonia San José, se ha formado un equipo de trabajo compuesto por personas especialistas a cargo del mismo: Marcos Taffarel y Hugo Martín. Contamos además con colaboradores interesados en el tema.

Luego de un relevamiento del material guardado en la reserva técnica del Museo, se procedió a realizar un diagnóstico de los documentos analizando cuáles debían ser intervenidos en primera instancia de acuerdo a su estado de deterioro.

Desde el primer momento que se inicia la intervención del documento se van registrando todos los pasos por medio de fotografías. De esta manera, podremos ver el antes, durante y después del material al que se le ha modificado su visible deterioro.

El tratamiento propuesto en primera instancia suele modificarse durante el proceso, debido a la aparición de situaciones de distinto tipo, como por ejemplo, tintas que resultan positivas a los testeos con agua, entonces requieren una fijación previa a la humectación y posibilidad de lavado del documento para su desacidificación o blanqueado.

Las hojas de documentos lavados pierden su apresto original por lo tanto necesitan de un reapresto, el que se realiza con una solución acuosa de metil celulosa al 0,25 %, solución que se aplica mediante baños de inmersión, para dejar una capa delgada y homogénea tanto en el interior de las fibras del papel como en la superficie.

La tinta que debe ser fijada con un material impermeable para permitir el lavado posterior se trata con la aplicación con pincel de cera de parafina diluida en éter de petróleo al 2%. Antes de proceder al lavado se comprueba la efectividad de la operación. Una vez realizado el lavado se elimina el fijativo con éter de petróleo, colocando el anverso de la hoja en contacto con papel secante, quedando la cera adherida a este papel. Finalmente se realiza el reapresto de la hoja como se indicara anteriormente, pero aplicada con spray y cubriendo la tinta con una máscara de film poliéster de 100mc (mylard).

En numerosos casos el lavado se aprovecha para eliminar suciedades que no respondieron a la limpieza mecánica y a quitar la acidez general.

Como el proceso de secado debe ser paulatino, se deja airear en forma plana por lo menos una hora, posteriormente, cuando aún están húmedos se interfolian con papel libre de ácido y se les coloca un ligero peso (una lámina de vidrio o acrílico) en la superficie.

Los documentos que deben ser reparados por presentar rasgados o requerir injertos en faltantes se tratan con papel Japón y como adhesivo se usa metilcelulosa. Un paso importante es elegir el papel adecuado, de color y grosor similar al documento original y que el adhesivo tenga la consistencia justa. En este caso, el papel elegido, por su bajo contenido de ácidos dañinos, es el TROPAK, fabricado para su uso en el ámbito de la medicina. En cuanto al adhesivo, se utiliza metilcelulosa en una solución de una parte en tres de agua desmineralizada.

A) LIMPIEZA MECÁNICA DE DOCUMENTOS

El objetivo fue realizar la limpieza superficial del documento de papel.

Los materiales necesarios para efectuar dicha operación fueron:

– Guantes de látex

– Barbijo

– Pinceleta ancha de pelo suave

– Papel libre de ácido para superficie de apoyo y otro como soporte.

– Goma blanca rallada.

– Espátula

– Film de poliéster de 100mcc (Maylar)

– Vidrio o acrílico

En un primer paso, previo a proceder con la limpieza se realizó un examen detenido del documento, para determinar su estado, tomándose muestras fotográficas con una cámara digital. Algunos de ellos se encontraban enmarcados y entonces, hubo que proceder a quitar cuidadosamente los marcos, la mayoría perforados por los clavos, y los vidrios también. Seguidamente, se procedió a aplanar -en aquellos caso que esta actividad era viable de realizar- los dobleces con una dobladera de hueso o con espátula de teflón.

Procediendo ya con la intervención del original, se colocó en el centro del documento la goma rallada y comenzando desde allí hacia los bordes, con la ayuda de la pinceleta, realizando movimientos circulares suaves y cortos se efectuó una limpieza superficial. En los casos necesarios, se realizó la misma operación en el reverso del documento, dándolo vuelta con otro soporte de papel. Se quitaron los restos de goma rallada que pudieran quedar al finalizar la limpieza, con la pinceleta o la perita de goma, según el estado del documento.

B) REMOCIÓN DE SUJETADORES DAÑINOS

En un documento se observa que se halla sujeto con una grampa de abrochadora oxidada que manchan el papel. Después de la limpieza mecánica, se colocó el documento en una superficie limpia con las puntas de las grampas hacia arriba y con una tira de film de poliéster cerca de ellas a fin de que la espátula pueda trabajar libremente, se procedió a su remoción, abriendo las puntas de las grapas, cuidando que la presión de la espátula sea sobre el Mylar a fin de no dañar el documento.

Finalizadas estas actividades se hizo necesario agruparlos en la mesa de trabajo poniendo a modo de interfolio, un papel de pH neutro, a la espera de que se puedan colocar juntos en carpetas o cajas para el caso de los que no requieran otro tipo de intervención y se confeccionan las fichas de reporte de condición conforme el modelo que se adjunta, en el que se detalla el estado en que encuentra y servirá de base para saber cuál es la siguiente intervención que requiere: desacidificación, neutralización, restauración de partes faltantes, etc.

C) REMOCION DE CINTAS Y ADHESIVOS

Las cintas adhesivas que están casi sueltas o se desprenden prácticamente solas se retiran manualmente, se remueve el pegamento con espátula y en caso de ser necesario se humedece con agua destilada.

D) RESTAURACIÓN – LAMINACIÓN

No todos los documentos son restaurados, sólo aquellos en que su estado de deterioro es notable y necesario para continuar su vida útil.

En estos casos se procede de la siguiente manera: un trozo de vidrio de mayor tamaño que el documento es forrado con mylard y luego, para quitar el brillo, se le pasa una fina lija de agua. Una vez en condiciones se procede a humectarlo con metilcelulosa, previamente preparada, se coloca papel Japón, que será la base del documento. Luego el documento propiamente dicho es colocado con mucha precaución sobre el papel y se humecta con metil. Una vez esparcida uniformemente se coloca un trozo de tul y sobre hojas de papel Cansón para que absorba la humedad. Para finalizar se coloca otro vidrio y pesas para que oficien de prensa.

Las hojas, a medida que se humedecen se van cambiando hasta que el documento quede seco y se pueda extraer.

De esta manera, se forma una base uniforme y el documento puede ser guardado en carpetas.

En cuanto al almacenamiento, por el momento han sido colocados en una planera sustituta, hasta la confección del mueble apropiado.

Nuestro agradecimiento al Museo de San José y en particular al Sr. Hugo Martin Museólogo y Director de dicha institución.

Web: www.museocoloniasanjose.com.ar

Dirección electrónica: museohistoricosj@arnetbiz.com.ar;

Recopilación: Jorge Martí

jmarti@periciascaligraficas.com