Documentos Manuscritos Lenguas Semiticas

Análisis de Documentos Manuscritos en Lenguas Semitas

Desde el punto de vista Grafológico.

Trabajo realizado por:

Dra. Silvia Irene Aizenberg

Pautas a seguir lineamientos generales:

1. ¿Las pautas para realizar un análisis grafológico de un documento escrito en hebreo son las mismas que para uno escrito en castellano o inglés?

2. ¿Cómo se aplica la teoría del simbolismo espacial a tales escrituras que son realizadas en sentido contrario a las escrituras en alfabeto latino?

Habíamos descrito los aportes provenientes de las investigaciones realizadas recientemente en Israel por el colega Roma Avishai, quien estudió currículums escritos por candidatos bilingües a distintos puestos de trabajo, en su lengua natal y en hebreo. Los CV analizados habían sido enviados simultáneamente en ambos idiomas y contenían información equivalente.

Las variables analizadas fueron: dirección, orientación, tamaño de las letras, márgenes, espaciamiento entre líneas, palabras y letras, presión, forma, cohesión, inclinación, relación entre mayúsculas y minúsculas, gestos tipo como arpones y bucles, puntos innecesarios y otros rasgos especiales.

La mayor parte de los aspectos comparados en los escritos de cada candidato, en ambos idiomas, resultaron sustancialmente coincidentes, reflejando las características individuales independientemente del idioma o alfabeto empleado. La única diferencia significativa que encontró fue que la clasificación convencional de la orientación en centrífuga y centrípeta resultó inaplicable a la escritura hebrea.

También habíamos incluido el señalamiento realizado por Anna Koren en el sentido de que, dado que en hebreo se escribe de derecha a izquierda, el margen derecho en dicho idioma cumple la misma función que el margen izquierdo en Inglés y otras lenguas escritas en caracteres romanos. En otros términos, cada uno es el margen inicial en sentido horizontal, para su respectiva lengua. Análogamente, el margen izquierdo en hebreo se equipara al margen derecho en Inglés, o sea que, ambos, cumplen la función de margen final en sentido horizontal para sus respectivas lenguas. Es necesario realizar este ajuste al analizar las escrituras semíticas.

En esta oportunidad transcribiremos algunos extractos de material bibliográfico que ilustran la presencia en la Cábala del simbolismo espacial en consonancia con el desarrollo de Max Pulver

Finalmente, reproduciremos las leyes fundamentales del grafismo, siendo de especial interés con relación a nuestro cuestionario el Principio Fundamental y el Postulado General.

El simbolismo espacial en la Cábala.

Los atributos. El árbol de la vida. (1)

La tradición oral de la cábala afirma que la razón de la existencia es que “Dios deseaba contemplar a Dios”. Hubo, pues, previamente una no-existencia en la que, según la tradición escrita, “el Rostro no contemplaba al Rostro”. En un acto de voluntad totalmente libre, Dios extrajo de su lugar al Todo Absoluto (AYIN SOF en hebreo), el Dios que está en todas partes, el Dios Inminente, para permitir que apareciera un vacío en que pudiese manifestarse el espejo de la existencia. …..El mundo cobró vida mediante diez Palabras Divinas que desde la Edad Media se conocen como las Sefirot, que expresan los Atributos Divinos. Las relaciones entre las Sefirot se rigen por tres principios Divinos no manifiestos, los Esplendores Ocultos: la Voluntad Primordial, La misericordia y el Rigor o Justicia. La voluntad mantiene el equilibrio, mientras que la Misericordia expande y el Rigor constriñe, respecto al flujo de la Emanación, y de esa manera organizan los diez Atributos Divinos …. La pauta así establecida es el modelo en que se basa todo aquello que está llamado a manifestarse. Se la ha denominado la Imagen de Dios, pero se la conoce más generalmente como Árbol de la Vida.

Cada Atributo se manifiesta bajo la influencia de un Esplendor Oculto en particular, así pues, el flujo que manifiestan los diez Atributos puede visualizarse como el movimiento en zigzag del “Rayo Relampagueante” desde la posición central (Equilibrio) hacia la derecha (Expansión), y transversalmente hacia la izquierda (Constricción). Así pues, los Esplendores Ocultos conforman las tres líneas verticales del diagrama del Árbol de la Vida, conocidas como los Pilares:

• el del Equilibrio (Gracia, Voluntad), en el centro

• el de la Misericordia (Fuerza activa, Expansión), a la derecha, y

• el de la Severidad (Forma pasiva, Constricción), a la izquierda.

Las relaciones expuestas en el árbol sirven de base a la totalidad de la existencia; así pues, las propiedades de las Sefirot pueden considerarse en términos de cualquier rama del saber. Así, mientras que su definición básica es la de Atributos de Dios, pueden ser definidas en términos de experiencia humana porque nosotros también estamos moldeados en la Imagen de Dios.

El espejo y el observador (1)

El primer Hombre Divino, inspirado (al igual que nosotros) en la configuración de las diez Sefirot, fue, un Adán antes de que el Adán del Génesis fuese creado y formado: su nombre es Adam admon……Concebido en forma humana, Adam Kadmon contiene todo aquello que es necesario para completar la tarea de la semejanza Divina. Es a la vez el espejo y el observador, y dentro de su ser posee voluntad, intelecto, emoción y capacidad de acción.

La composición de Adam Kadmon se basa en las Sefirot. Mientras que el Árbol de la Vida crece hacia abajo desde la Corona, Adam Kadmon permanece de pie. Encima de su cabeza está la Corona mientras que las dos Sefirot laterales de la Sabiduría y el Entendimiento, están relacionadas con sus dos hemisferios cerebrales……Las Sefirot del corazón, la justicia y la misericordia, están colocadas a la izquierda y a la derecha de su pecho; mientras que la Sefirah (singular de Sefirot) central, Tiferet o el yo, se sitúa sobre su plexo solar. …… Generalmente, aunque no siempre, se representa de espaldas, tal y como Moisés vio la imagen Divina: “Pues ningún hombre que haya visto [Mi Rostro] vivirá”, de modo que los lados activo y pasivo encuentran su posición natural a la derecha y a la izquierda del Pilar central de la espina dorsal.

Leyes fundamentales del grafismo (2)

Principio fundamental (3) o Ley de la individualidad de la escritura.

“El grafismo es individual e inconfundible”

Cada persona posee una escritura que jamás se confundirá con la de otra. No existen dos grafismos iguales, pudiendo siempre uno distinguirse del otro.

Desde el punto de vista puramente filosófico, Ludwing Klages, afirmó que todo lo que emerge del hombre lleva la marca de su personalidad.

Cada individuo gesticula a su manera y posee un timbre de voz que le es particular. La escritura no pasa de ser un gesto. Pero de todos los gestos humanos, es el más íntimamente ligado a su formación psíquica.

Negar la individualidad del gesto gráfico sería repudiar el reconocimiento de la personalidad humana. Admitida ésta, la primera no pasa de mero corolario.

Postulado general (4)

“Las leyes de la escritura no dependen de los alfabetos utilizados”

Los alfabetos son creaciones del espíritu humano. Algunos ofrecen más facilidades de individualización que otros. En todos sin embargo la individualización es posible aplicando las leyes que rigen el grafismo. Por consiguiente, no importa cuál sea el alfabeto utilizado por el hombre para que se pueda reconocer e individualizar suescritura.

A los efectos del análisis, la familiarización con el alfabeto utilizado por el escribiente, se torna necesaria para el reconocimiento de sus características individualizadoras.

Primera ley (subordinación del gesto gráfico) o Ley del impulso.

El gesto gráfico está bajo la influencia directa del cerebro. Su forma no es modificada por el órgano escritor, si éste funciona normalmente y se encuentra suficientemente adaptado a su función”

Las características gráficas no dependen del organismo muscular del hombre. Nuestro cerebro, nuestra formación psíquica superior, es la encargada de presidir la producción de la escritura. Son las órdenes emanadas del cerebro las que se materializan a través del mecanismo muscular. Si éste no funciona normalmente, o no se encuentra adaptado a su función, los movimientos no serán ejecutados con facilidad, produciéndose desfiguraciones o desvíos.

De que la función gráfica es presidida por el cerebro da cuenta la circunstancia de que el mismo escritor pasa a escribir con la mano izquierda, con la boca o con los pies, conservando siempre las mismas características gráficas, llegando después de algún tiempo a reproducir, casi exactamente, su grafismo primitivo.

Segunda ley o Ley de la acción del “yo”

“Cuando se escribe el yo está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente de que el yo obra, pasa por alternativas continuas de intensidad y de debilidad. Está en su máxima intensidad donde existe un esfuerzo a realizar, esto es, en los inicios; y en su mínima, donde el movimiento escritural está secundado por el impulso adquirido, esto es, en los finales”.

Esta es la ley que determina el automatismo de los gestos gráficos. Siempre que la voluntad interfiere, se verifica un esfuerzo. En el inicio la escritura es un acto consciente. Los movimientos, sin embargo, se suceden sin demandar ninguna atención del escritor.

Tercera ley o Ley de la marca del esfuerzo

“No se puede modificar voluntariamente, en un momento dado, la escritura natural, sino introduciendo en el trazado la propia marca del esfuerzo que se hizo para obtener la modificación”

Esta ley preside los disfraces y las imitaciones lentas. El esfuerzo queda marcado a través de una señal o característica cualquiera: parada, desvío, etc. que atestiguarán la interferencia de la voluntad en el grafismo.

Cuarta ley o Ley de la permanencia de caracteres

“El escritor que actúa en circunstancias en que el acto de escribir es particularmente difícil, traza instintivamente formas de letras que le son más habituales o más simples, de esquema más fácil de ser construido.”

Esta ley preside las simplificaciones de los gestos gráficos, operando como consecuencia de la Ley del menor esfuerzo y provocando un fenómeno denominado reminiscencia gráfica por el cual el escritor emplea formas gráficas aprendidas anteriormente, en general más simples que las adoptadas posteriormente. Suele producirse al escribir en condiciones anormales: enfermos en posición de reposo, personas que escriben en vehículos en movimiento, con plumas en mal estado, etc.

(1) Fuente utilizada:

• Z`ev ben Simón Halevi: “La Cábala”. Editorial Debate. S.A. Madrid. 1994.

(2) Formulado por Edmond Locard (director del Laboratorio de Policía Técnica de Lyon, 1920).

(3) Enunciado, al igual que los siguientes por Edmundo Solange Pellat en “Las Leyes de la escritura” (1927)

(4) Fuentes utilizadas:

• Picchia (h), José del y Picchia, Celso del, “Tratado de Documentoscopía”. Ediciones La Rocca. Buenos Aires. 1993.

• Blanco Almendros, Ana, “Fundamentos y Métodos de la Pericia Caligráfica”, publicado en Escritura y Grafología Nº 60. 1997. Madrid. España.

Recopila por: Per. Jorge Martí jmarti@periciascaligraficas.com