Fotografía Infrarroja

La fotografía que utiliza los rayos infrarrojos como principal fuente de energía para la exposición puede realizarse con cámaras convencionales, mediante películas especialmente sensibilizadas para la zona de las longitudes de onda entre 700 y 1.200 nanómetros (nm), aproximadamente.

Además, el objetivo de la cámara se equipa usualmente con un filtro que excluye los rayos ultravioletas cercanos y la totalidad o parte del espectro visible.

La capacidad para registrar fotográficamente la radiación infrarroja se obtiene incorporando colorantes sensibilizadores a la emulsión para que absorban ciertas longitudes de onda y transfieran la energía de exposición a los cristales de haluro de plata.

Registro de la radiación infrarroja

La porción de la región infrarroja más cercana a las longitudes de ondas visibles es actínica; así, puede ser registrada por la fotografía infrarroja, utilizando película debidamente sensibilizada y una cámara y un objetivo usuales.

Clases de fotografía infrarroja

Blanco y negro La fotografía infrarroja normal puede definirse como la técnica que utiliza el objetivo de una cámara para enfocar una imagen infrarroja sobre una emulsión sensible a la radiación infrarroja, para obtener un registro negativo en blanco y negro, a partir del cual puede obtenerse una copia positiva con los materiales fotográficos usuales.

El sujeto que produce la imagen, refleja o transmite cantidades variables de la radiación infrarroja que incide sobre él, o bien emite una luminiscencia comprendida en la zona infrarroja al ser iluminado con una energía de longitud de onda adecuada.

La iluminación utilizada normalmente para la fotografía común puede aportar o provocar la radiación infrarroja cuando se trata de técnicas de reflexión, transmisión o emisión en interiores. Con muchos sujetos vivos son preferibles las unidades de flash electrónico.

En los exteriores, la luz del sol aporta la radiación infrarroja adecuada, pero la intensidad varía debido a la neblina y las nubes.

Las emulsiones infrarrojas son sensibles a las luces violeta, azul y roja, así como a la infrarroja. Por tanto, hay que colocar un filtro delante del objetivo de la cámara (a veces delante de la fuente luminosa) para impedir el paso de la luz visible. Este filtro deja pasar la radiación infrarroja reflejada o transmitida por el sujeto, al mismo tiempo que excluye la luz visible y la ultravioleta.

Color . La fotografía infrarroja en color comenzó con el desarrollo de una película destinada a la detección aérea de camuflajes. Desde entonces se han descubierto muchas aplicaciones de la fotografía infrarroja en color, tanto en tierra y en el laboratorio, como en otros usos aéreos.

Esa fotografía se realiza con una película en color para luz de día sensibilizada al infrarrojo: la película Kodak Ektachrome infrarroja. Las tres capas de emulsión de esta película están sensibilizadas al verde, al rojo y al infrarrojo, en lugar de al azul, al verde y al rojo, como en la película en color corriente. En la cámara se utiliza un filtro amarillo para retener el azul, ya que tales capas son sensibles también a este color.

Durante el procesado, en la capa sensible al verde queda registrada una imagen positiva amarilla, mientras que en la sensible al rojo aparece una imagen positiva magenta, y en la sensible al infrarrojo se forma una imagen positiva cian.

En las transparencias puede aparecer azul, aunque haya sido excluido de la imagen mediante el filtro amarillo. Cuando la imagen amarilla de la capa sensible al verde es luminosa, predominan el magenta y el cían, que se combinan para dar el azul. Pueden formarse muchos otros colores, según las proporciones de verde, rojo e infrarrojo reflejadas o transmitidas por el sujeto. Por ejemplo, las hojas vegetales sanas quedan registradas en rojo, ya que son «luminosas» en infrarrojos; ello produce una imagen cian clara del sujeto, que domina al rojo de las otras capas.

En la fotografía infrarroja en color, el componente de la luz visible se añade al registro infrarrojo. Por ello, esta película no produce colores característicos en las fotografías de muchas sustancias animales y botánicas. Sin embargo, el componente infrarrojo origina los colores modificados. Como ejemplo, una rosa roja con hojas verdes sanas queda registrada amarilla con hojas rojas. Este cambio del color es la base de la fotografía infrarroja en color y constituye un valioso elemento en el estudio del fenómeno infrarrojo.

Debido a que al principio la fotografía infrarroja se realizaba con películas en blanco y negro, no se habían apreciado las características de reflexión del infrarrojo por las sustancias. En la región de la luz visible, estas variaciones de las características aparecen en forma de colores. La banda infrarroja actínica es tan ancha como la comprendida entre el verde y el rojo; por tanto, existen en potencia varios «colores» infrarrojos. Pero las diferencias sólo pueden ser apreciadas en una fotografía en color cuando, mediante complicados procesos fotográficos, las radiaciones infrarrojas se convierten en colores visibles. La película infrarroja en color permite efectuar una conversión parcial de esta naturaleza, pues transforma una imagen infrarroja en una imagen en color y la combina con los componentes de la luz visible.

Equipo

Cámaras . Para fotografía infrarroja puede usarse cualquier cámara de las utilizadas para la fotografía ordinaria. Debido a que muchas fotografías infrarrojas se dedican a especimenes pequeños, la cámara debe estar adaptada a la fotografía de primeros planos.

La película infrarroja se vela con mucha facilidad, un fuelle de cuero, un cuerpo de cámara de plástico, una tapa de objetivo de goma fina o un obturador planofocal de goma, pueden dejar pasar algo de luz infrarroja. Conviene testear la idoneidad del equipo, antes de emplearlo para este tipo de fotografía.

Como equipo práctico de 35 mm se emplea una cámara réflex de un objetivo, con diafragma automático. Resulta adecuada para sostenerla con la mano y utilizarla con película infrarroja en color. También puede usarse de ese modo en fotografía infrarroja en blanco y negro si se colocan filtros opacos transmisores de infrarrojos delante de las fuentes luminosas y no delante del objetivo. Pero cuando tales filtros deban colocarse delante del objetivo, será necesaria una cámara con visor separado.

Si la cámara posee sistema de medición a través del objetivo, debe desconectarse el fotómetro cuando se emplea un filtro opaco. Ciertas fotografías, sobre todo de exteriores, pueden efectuarse con un filtro rojo y con el fotómetro en funcionamiento. La cámara debe ajustarse a la sensibilidad de la película sin tener en cuenta el filtro. Sin embargo, un filtro rojo puede afectar a la respuesta espectral del fotómetro e indicar una exposición incorrecta para la operación automática. Pueden realizarse pruebas para determinar el ajuste necesario del índice de exposición.

Carga de la película de 35 mm en oscuridad total Las películas Kodak infrarrojas de alta sensibilidad deben cargarse y descargarse en oscuridad total, ya que las ranuras dotadas de fieltro de los rollos no son impenetrables para las radiaciones infrarrojas. También para descargar la película expuesta, la cámara debe hallarse en oscuridad total.

Para que una película guardada en un frigorífico alcance la temperatura ambiental, debe esperarse unas tres horas, aproximadamente; sí estaba en un congelador, necesitará unas cuatro horas o cinco. Las películas pueden guardarse con seguridad en los tubos o latas de cierre hermético en los que se suministran.

La mayoría de las bolsas oscuras no son completamente opacas a las radiaciones infrarrojas, es aconsejable cargar y descargar la película dentro de estas bolsas bajo luz atenuada.

Objetivos . La mayoría de los objetivos de calidad son adecuados para la fotografía infrarroja. Sin embargo, a menos que el objetivo haya sido corregido de acromatismo para fotografía infrarroja, existirá diferencia entre la localización de los puntos de enfoque infrarrojo y visual. Algunos objetivos poseen un punto rojo en la escala de enfoque, que indica una corrección de promedio para la fotografía infrarroja.

Para la fotografía de documentos es aconsejable la utilización de un objetivo de alta calidad, debido a que con frecuencia se requiere una fina reproducción del detalle. Aunque tales sujetos no presentan problemas de profundidad de campo, el objetivo ha de cerrarse a f/l1, aproximadamente, para compensar las diferencias entre la reproducción de la luz visible y la del infrarrojo.

Enfoque . Si el enfoque se efectúa en la zona próxima al área deseada, en general no se necesita corrección. A veces es preciso efectuar alguna corrección específica. Como regla general, a la separación entre el objetivo y la película debe añadirse una corrección media del 0.25 % de la distancia focal, cuando se trata de enfoque a infinito.

Para la mayoría de los sujetos, el objetivo debe cerrarse al menos a f/11, para disponer de profundidad de campo suficiente. Este procedimiento contribuye a compensar las diferencias existentes entre los focos visual e infrarrojo.

Aunque el objetivo esté enfocado correctamente, la imagen infrarroja no es tan nítida como una imagen pancromática. Puesto que las aberraciones del objetivo han sido corregidas para la fotografía pancromática, el anastigmatísmo no es tan perfecto en la fotografía infrarroja. Otro aspecto de interés lo constituye la nitidez del sujeto. Muchas imágenes infrarrojas biológicas se forman a partir de detalles que no están en el exterior del sujeto. Entre el reborde de estos detalles y el objetivo existe un medio traslúcido y dispersante que causa el aspecto impreciso de muchos registros de reflexión de infrarrojos; la dispersión lateral produce un efecto similar en las fotografías de emisión de infrarrojos.

La cámara se enfoca de manera normal cuando se utiliza película infrarroja en color, ya que predomina el componente visual de la imagen.

Iluminación . Las fuentes luminosas fotográficas poseen una alta emisión en la región infrarroja del espectro.

En la mayoría de los sistemas de iluminación, la intensidad de la luz visible no debe ser superior para la fotografía infrarroja que para la fotografía común. Las mediciones de los fotómetros para iluminaciones con lámparas sobrevoltadas pueden estar directamente relacionadas. Sin embargo, la exposición fundamental tiene que basarse en pruebas de exposición para obtener negativos de la calidad deseada.

Lámparas de tungsteno . Las lámparas infrarrojas de calor no resultan más eficientes que las lámparas fotográficas, y viceversa.

Resulta práctico utilizar lámparas fotográficas de 3.200ºK en lugar de lámparas sobrevoltadas. Aquéllas tienen una eficacia similar a la de las lámparas sobrevoltadas y una vida útil algo más larga. Las lámparas de tungsteno-halógeno (cuarzo-halógeno o yodo) también son adecuadas para muchas fases de la fotografía infrarroja, siempre que no se haya impedido el paso a las radiaciones infrarrojas mediante fíltraje.

Bombillas de flash . Durante el proceso de fabricación pueden recubrirse estas bombillas con una capa roja oscura transmisora de infrarrojos, ya que sólo se utilizan una vez. Las otras fuentes de iluminación suelen resultar demasiado calientes para utilizar este recubrimiento.

Las bombillas de flash de este tipo se designan con la letra R.

Resultan valiosas cuando la luz visible brillante no debe ser apartada de los sujetos, ni de la emulsión. Por ejemplo, pueden ser utilizadas para fotografiar las reacciones del ojo o las acciones de un animal en la oscuridad. El uso de bombillas de flash R elimina la necesidad de portalámparas especiales dotados de ventanas cubiertas con grandes hojas de material filtrante. Sin embargo, a veces no resulta práctico el cambio de bombillas para cada exposición. Los números guía publicados para estas bombillas son aplicables a la fotografía en interiores. Para trabajos en exteriores es necesario abrir un diafragma más.

Las bombillas de flash transparentes pueden utilizarse para los trabajos de estudio rutinarios con sujetos vivos. En este caso el fíltraje se lleva a cabo en el objetivo o en la lámpara reflectora.

Flash electrónico . Las unidades de flash electrónico presentan muchas ventajas para fotografiar seres vivos. La ausencia de calor y los tiempos de exposición breves son extensibles a la fotografía infrarroja. La cantidad de radiación infrarroja emitida por los sistemas de tubo de flash electrónico es comparable a las intensidades de sistemas de flash para fotografiar los mismos sujetos. Otra ventaja de estas unidades estriba en que es más fácil obtener reflectores compactos que para los focos de tungsteno. Las unidades de flash de bajo voltaje poseen una proporción de radiación infrarroja más elevada que las unidades de alto voltaje.

Sistemas de iluminación para utilizaciones especiales Para fotografiar en la oscuridad basta cortar una hoja de filtro de gelatina que encaje con precisión sobre los reflectores de los tubos de flash electrónico. El tamaño de la abertura puede dibujarse sobre una hoja de papel de embalar; seguidamente se coloca el filtro de gelatina entre esta hoja de papel y una segunda hoja para recortarlo.

En la fotografía de luminiscencia infrarroja, además de las lámparas de tungsteno pueden utilizarse los tubos fluorescentes blancos. Las luces fluorescentes, tales como las que se emplean en los invernaderos, no proporcionan radiaciones infrarrojas para fotografía por reflexión. La luminiscencia es una técnica de emisión y, por tanto, puede beneficiarse de la utilización de tubos fluorescentes fríos.

Lámparas para fotografía infrarroja en color La iluminación con flash electrónico es la más conveniente para la fotografía infrarroja en color en interiores. En cambio, las bombillas de flash no resultan adecuadas. Las lámparas sobrevoltadas y las de cuarzo-halógeno sólo deben utilizarse cuando las circunstancias lo requieren y con un filtraje especial.

En esta técnica conviene esforzarse en utilizar una iluminación con flash electrónico, pues no sólo se consigue un fíltraje más simple, sino que también se aprovechan las ventajas de la ausencia de calor y la brevedad del tiempo de exposición.

Filtros Puesto que las emulsiones infrarrojas son sensibles a la región azul del espectro, así como a parte de la roja y de la infrarroja próxima, se necesitan filtros para obtener registros infrarrojos.

En situaciones de apuro pueden obtenerse fotografías en blanco y negro con materiales sensibles al infrarrojo sin filtro, pero se logran resultados parecidos a los que proporcionaría una película sensible al azul. La calidad es en general menos satisfactoria que la que producen las películas ortocromáticas o pancromáticas. Los rojos, verdes y amarillos aparecen más oscuros de lo normal, y los azules, más claros.

La fotografía infrarroja en color requiere métodos de filtraje particulares. Ciertas técnicas de blanco y negro y de color exigen el empleo de filtros de absorción en la iluminación.

Filtros para fotografía infrarroja en blanco y negro. Los filtros se eligen atendiendo a varías consideraciones. Los siguientes filtros Kodak Wratten absorben el violeta y el azul en la fotografía infrarroja en blanco y negro: nº 15, anaranjado; nº 25, rojo; nº 29 y nº 70, rojo oscuro, y nº 87, nº 88A y nº 87C, infrarrojo (visualmente opaco). Los filtros rojos pueden utilizarse cuando se sostiene la cámara con la mano o cuando las circunstancias, tales como la actividad en una parte de un sujeto viviente, dificultan la adición de un filtro opaco después del enfoque. Sin embargo, el enfoque ajustado a través de un filtro rojo puede resultar difícil.

El filtro Kodak Wratten nº 59B ha sido diseñado para fotografía aérea y produce registros parecidos a los del filtro nº 25. Sin embargo, hace posible una mayor penetración de la neblina con un ligero aumento del tiempo de exposición. Para la fotografía aérea deben montarse los filtros de cristales de calidad óptica, pues los filtros de gelatina sin montar suelen proporcionar una definición deficiente.

Al fotografiar en la oscuridad, la mayoría de las personas pueden detectar un ligero resplandor a través del filtro nº 87, si observan directamente la fuente durante la exposición. En este caso resulta útil rebotar la radiación sobre un techo bajo, un reflector o una pared. También ha de tenerse en cuenta el filtro nº 87C. El recubrimiento filtrante de las bombillas de flash infrarrojas R lleva a cabo su separación en el punto en que termina la región visible. Puesto que esta separación no es nítida, puede detectarse un resplandor. De todas maneras, estas bombillas hacen innecesaria la colocación de filtros delante del objetivo cuando la escena se halla a oscuras o cuando la iluminación ambiente o la de observación son tan reducidas que no afectan a una exposición sincronizada.

Filtros para foto grafía infrarroja en color Aunque la película infrarroja no necesita filtro opaco para la técnica fotográfica infrarroja en color, debe utilizarse un filtro Kodak Wratten nº 12 delante del objetivo. Este filtro absorbe el violeta y el azul, a los cuales la emulsión es sensible. El equilibrio de color de la película no requiere normalmente otro filtro para los trabajos de biología efectuados con iluminación tipo luz de día.

En los exteriores resulta necesaria la utilización de un filtro Kodak Wratten nº 12, aunque también pueden usarse los filtros nº 8, 15 ó 21 para efectos especiales. Sin embargo, para obtener resultados satisfactorios en fotografía científica es imprescindible un filtro nº 12.

Las películas infrarrojas suelen estropearse con el tiempo; por tanto, aparecen diferencias entre las distintas series de emulsión, procesados y condiciones de trabajo. Para un proyecto concreto puede requerirse la consecución del equilibrio mediante filtros Kodak compensadores de color; normalmente son suficientes los filtros CCO5 ó CC10.

Cuando una fuente luminosa, por ejemplo de tungsteno, posee en su equilibrio una proporción ligeramente grande de radiación infrarroja, o cuando se encuentra una nueva serie de película con sensibilidad al infrarrojo algo superior, se obtienen unos resultados de aspecto castaño-amarillento. Los filtros cian con cierta absorción del infrarrojo compensan este efecto. Son los filtros Kodak compensadores de color, serie cian-2.

Debe tenerse presente que en general el filtraje fuerte sólo es necesario cuando se utiliza iluminación de tungsteno. Tal compensación exige cierto incremento de la exposición; por ejemplo. para los filtros azul o cian de densidad 50, ó para un filtro cian-2 de densidad 50, se debe aumentar la exposición un diafragma. aproximadamente.

Utilización de la película

Blanco y negro . Como regla general, un negativo infrarrojo en blanco y negro debe tener un aspecto bastante denso. En particular, la hierba y los árboles aparecen mucho más oscuros que en un negativo pancromático.

Las principales características del sujeto y las zonas que aparecerán oscuras en la foto (claras en el negativo) deben quedar registradas en la porción recta <Imagen>de la curva característica. Las pequeñas sombras negras quedan sin registrar, ya que se ha de evitar cualquier sobreexposición de importancia. Una sombra cuya densidad supere en 0,3, aproximadamente, el velo para la película en hojas, y en 0,5 el velo para la película en rollo, produce una buena separación.

Color . La fotografía infrarroja en color se lleva a cabo utilizando un filtro Kodak Wratten nº 12. Esta película se adapta perfectamente para realizar fotografías sosteniendo con la mano cámaras réflex de un objetivo y no requiere el filtro infrarrojo opaco utilizado para fotografía en blanco y negro.

Conservación . Sí el almacenamiento de películas sensibles al infrarrojo se realiza a temperaturas o humedades elevadas, pueden aparecer en aquéllas cambios no deseados. Para disminuir el riesgo de pérdida de sensibilidad y aumento del velo, conviene que las películas no expuestas se guarden en un frigorífico o en un congelador.

Las películas expuestas se han de guardar en lugares secos y frescos: pero deben procesarse lo antes posible, para evitar cambios no deseados en la imagen latente. Si es imprescindible tener durante varios días películas expuestas sin revelar, hay que refrigerarías a menos de 4ºC: antes del procesado se deja que recuperen la temperatura ambiente. Para aplicaciones muy precisas y para períodos de tiempo más prolongados (6 meses ó más), la película se tiene que guardar en paquetes sellados a temperaturas entre -18º y -23ºC.

Fotografía infrarroja en exteriores

La fotografía infrarroja en exteriores es relativamente simple, ya que no exige las técnicas de iluminación y filtraje necesarias en interiores. Existen dos aplicaciones principales para la fotografía infrarroja en exteriores: obtener información técnica y científica, y conseguir efectos pictóricos especiales.

Fotografía técnica. El éxito de la fotografía infrarroja en exteriores proviene del hecho de que la radiación infrarroja y la visible son a menudo reflejadas y transmitidas de modo muy diferente por los sujetos. Por ejemplo, la clorofila del follaje y de la hierba sanas y verdes absorben un porcentaje notable de la radiación visible que incide sobre ella, pero transmite la mayoría de la infrarroja. Esta radiación es reflejada por la estructura de la hoja y la hierba, por lo cual éstas quedan registradas en un tono claro en la fotografía infrarroja en blanco y negro.

Debido a las propiedades especiales de la película infrarroja en color, el follaje sano aparece rojo, mientras que la vegetación enferma queda registrada en otros colores. Los materiales pintados cuyo color es igual al de la clorofila, pero que no han sido tratados para reflejar considerablemente los rayos infrarrojos, aparecen oscuros en una fotografía infrarroja. Ciertos edificios y muchos tipos de terreno, de rocas y de arenas presentan también una elevada reflectancia infrarroja, lo cual justifica su aspecto más claro o sus colores característicos en las fotografías infrarrojas.

La mayoría de los materiales fotográficos reproducen relativamente claro el cielo azul, pero como éste posee poca radiación infrarroja, los materiales infrarrojos lo registran oscuro. Esto suele utilizarse en fotografía infrarroja en blanco y negro para destacar las nubes. El grado de oscurecimiento varía con la luz del sol y la existencia o no de neblina. Muchos colorantes que el ojo percibe brillantes no absorben el infrarrojo y, por tanto, son registrados en blanco. La fotografía infrarroja en color reproduce el azul del cielo casi en su tonalidad natural. El cielo reflejado especularmente en el agua o en las hojas húmedas también queda registrado en azul. Los colores registrados de los pigmentos dependen de la reflectancia de éstos y difícilmente son predecibles.

Cuando una escena distante es captada con materiales fotográficos corrientes, el detalle de los objetos suele aparecer emborronado por la neblina, incluso a través de un filtro rojo. En cambio, en fotografía infrarroja aparece bien definido, por varias razones: la mayor longitud de onda infrarroja no se dispersa tanto como la luz roja visible; la reflectancía infrarroja y las características de absorción de los objetos naturales realzan en general el contraste del sujeto, y la relación entre luminosidad del objeto y luminosidad atmosférica suele aumentar por la mayor reflexión de la radiación infrarroja por los detalles de la escena. Este último factor es probablemente el que más contribuye a minimizar el efecto de neblina. Por otra parte, las fotografías infrarrojas de los sujetos que se hallan en una espesa niebla no suelen resultar satisfactorias, debido al gran tamaño de las gotitas de agua.

Fotografía pictórica. Pueden obtenerse muchas fotografías infrarrojas espectaculares en blanco y negro o en color. La fotografía infrarroja en blanco y negro, al penetrar la neblina, permite mejorar fotografías de viajes.

Las fotografías infrarrojas de paisaje realizadas en blanco y negro tienen las siguientes características; el cielo aparece casi negro; las nubes y la nieve, blancas; las sombras en los lados en sombra de los árboles son oscuras, aunque en general poseen más detalle que las de los materiales pancromáticos; la hierba y las hojas aparecen muy claras, como sí estuvieran cubiertas por la nieve, y los detalles lejanos son reproducidos con notable claridad. La fotografía infrarroja en color registra la vegetación en un rojo espectacular; los colores de las flores aparecen modificados, mientras que algunas clases de piedra se registran en sus tonos naturales, y todo ello sobre un cielo agradablemente azul con las nubes destacadas.

La fotografía de modas con película infrarroja en color proporciona resultados sorprendentes. Las telas aparecen con sus colores modificados, mientras que el tono de la piel, aunque algo «frío», es casi normal. Los accesorios pueden cambiar espectacularmente; por ejemplo, una peluca negra puede aparecer roja. El diseñador fotográfico puede dramatizar el aspecto de sus temas realizando imágenes infrarrojas. Estas fotografías producen una buena separación de los planos de edificios, a la vez que oscurecen el cielo, proporcionando un fondo que contrasta. Al aclarar los tonos de los árboles se evitan muchas «manchas negras» en la composición.

Las fotografías infrarrojas realizadas en exteriores con luz de día y posteriormente positivadas algo más oscuras de lo normal parecen fotografías nocturnas. Ciertas escenas «nocturnas» de las películas cinematográficas profesionales son realizadas a pleno día con película sensible al infrarrojo. Básicamente, se trata de negativos bien expuestos que son positivados algo más oscuros. Así, la luz solar parece luz de luna. Esta técnica tiene una utilidad limitada cuando se desean efectos realistas, ya que la vegetación aparece excesivamente clara.

Fotografía aérea. La fotografía infrarroja aérea es útil principalmente para realzar el contraste del terreno; pero existen otras ventajas. Por ejemplo, si el día es claro, las extensiones de agua aparecen muy oscuras y destacadas de la tierra. Los campos y las zonas boscosas son reproducidos muy claros. La vegetación de coníferas y la de especies caducifólias quedan diferenciadas, puesto que la primera aparece más oscura que la segunda. Las aglomeraciones urbanas se reproducen más oscuras que los campos. Por ello, en las fotografías infrarrojas tomadas a altitudes muy grandes, las ciudades aparecen como manchas oscuras rodeadas de campos claros. La fotografía infrarroja aérea ha tenido aplicaciones importantes en agricultura, arqueología, ecología, silvicultura, geología e hidrología.

Para la fotografía aérea realizada utilizando cámaras corrientes, el objetivo debe enfocarse a una distancia de 15-25 m, para que la radiación infrarroja a infinito quede registrada nítidamente. Algunos objetivos poseen una posición de enfoque de infrarrojo, marcada por un punto rojo, que en este caso simplifica el ajuste del enfoque.

Técnica de blanco y negro modificada. Una fase específica de la fotografía infrarroja aérea con luz del sol utiliza una modificación de la técnica más común. Casi toda esa fotografía se realiza a través de un filtro rojo (n.º 25) o infrarrojo (n.º 89B), pero ciertas fases de la fotografía aérea (y todavía más de la fotografía terrestre) se llevan a cabo preferentemente a través de filtro anaranjado (nº 15). La utilización de este filtro recibe el nombre de «técnica infrarroja en blanco y negro modificada», para diferenciarla de la verdadera técnica infrarroja.

En los registros infrarrojos verdaderos, las sombras de los árboles son a veces tan densas, que el excesivo contraste de la copia dificulta su interpretación. La técnica modificada proporciona detalles más luminosos en las sombras. La presencia de hierbas o de musgo contribuye a aumentar esta luminosidad.

Fotografía infrarroja en interiores

Los tipos de lámparas adecuados para los diversos métodos de iluminación ya han sido descritos.

Pero independientemente del tipo de las lámparas, su disposición es igual para todas ellas, con un mismo sujeto. El mayor éxito de una fotografía infrarroja se consigue probablemente con iluminación plana.

Para disponer de series de registros comparables la iluminación debe ser uniforme. Un flash a un lado de la cámara no resulta adecuado, excepto para algunos especímenes pequeños.

Iluminación directa. En este tipo de iluminación, las lámparas se dirigen directamente hacia el sujeto; no se emplea ningún reflector ni difusor. Para iluminar sujetos pequeños es suficiente una lámpara a cada lado. Pero para los sujetos cuyas dimensiones superen unos 130 cm2 hay que usar cuatro lámparas (dos a cada lado). Cuando se utilizan lámparas por pares, deben poseer igual número de vatios, y en la mayoría de los casos han de colocarse a la misma distancia del sujeto.

Iluminación para reproducciones. Para todos los sujetos planos puede utilizarse la misma iluminación básica. Entre tales sujetos se incluyen los documentos, los cuadros, las superficies fósiles y minerales planas, la tela, las secciones de madera y las hojas vegetales aplanadas.

En general basta situar una lámpara a cada lado del eje sujeto-objetivo. Los reflectores deben medir entre 20 y 30 cm de diámetro. Para este tipo de trabajo resultan convenientes los reflectores sobrevoltados. Para evitar reflejos especulares hacia el objetivo, el borde interior de cada reflector debe formar un ángulo de 45 con la superficie del sujeto. Ello es debido a que los reflectores forman parte de la fuente luminosa.

Iluminación para especímenes. Es muy importante evitar las sombras de superficies formadas por las iluminaciones muy contrastadas, las sombras de los bordes y los reflejos provenientes de una colocación incorrecta de las luces. Por tanto, la iluminación ha de satisfacer dos requisitos: uniformidad y alineación correcta. Un porcentaje elevado de los fallos apreciados en fotografías infrarrojas provienen del incumplí. miento de estos principios.

Una iluminación uniforme y plana necesita un número adecuado de luces, una cantidad igual de iluminación a ambos lados del eje de la cámara al sujeto y una distribución correcta de la iluminación sobre el sujeto.

Iluminación difusa. Es recomendable utilizar un sistema de iluminación difusa mediante una tienda de paredes traslúcidas, para irradiar formas complicadas o para obtener una iluminación simple y uniforme para especímenes corrientes.

La tienda es particularmente útil para proporcionar una iluminación difusa y uniforme para cualquier tipo de fotografía infrarroja en color. También resulta adecuado para muchos trabajos en blanco y negro, especialmente cuando se fotografían animales. Esta luz es tan difusa, que un sujeto inquieto siempre está bien iluminado, aunque cambie ligeramente su posición.

Iluminación transmitida. Es posible examinar diversos tipos de secciones delgadas de un objeto a partir de las distintas cantidades de radiación infrarroja que transmiten. Básicamente, este tipo de iluminación comprende un recinto o caja cerrada, dotada de una ventana o abertura tapada por una plataforma, sobre la cual se coloca el espécimen.

Fotografía de Pinturas

Los cuadros o pinturas pueden fotografiarse con rayos infrarrojos transmitidos dirigiendo la iluminación a través de aquéllos desde atrás.

Si hay que realizar regularmente trabajos de este tipo, puede utilizarse una caja o embudo de gran tamaño, que no dejen escapar la luz. En la parte posterior del embudo debe existir una abertura de tamaño variable, pero lo bastante grande para situar la superficie que haya de examinarse. La parte frontal de la caja debe disponer de una puerta con bisagras, para acceder a la cámara montada en el interior. Una vez que la cámara ha sido enfocada, se cierra la puerta. El obturador puede accionarse mediante un largo disparador de cable que pasa a través de un pequeño agujero practicado en el embudo.

Cuando sólo hay que comprobar un cuadro, la construcción del embudo puede no ser rentable. En este caso basta con colocar la cámara en una habitación y la lámpara en la habitación contigua, situando la pintura en el hueco de la puerta que comunica ambas habitaciones. Unas cortinas opacas minimizarán la cantidad de luz que penetre en la habitación de la cámara. El cuadro puede ser irradiado a través de su tela. Para ello resulta adecuada una lámpara sobrevoltada reflectora de 500 W, situada unos 2 m del cuadro. Debe utilizarse un ventilador eléctrico para mantener la pintura fresca. Cuando exista riesgo de calentamiento, deberá emplearse un método con flash; éste es especialmente necesario cuando el cuadro está fijado mediante un adhesivo a la cera.

Los experimentos llevados a cabo con unidades de flash electrónico indican que una lámpara de tipo estudio, situada a una distancia de 1 m y de una potencia de 225 W, debe dispararse una o dos veces. Cuando se utilice el método de los destellos múltiples, tiene que procurarse que no se muevan el cuadro ni la lámpara.

Realizado por:
Carlos García
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