MANIPULACION Y ENGAÑO DE LA FOTOCOPIA

(Artículo publicado en Scrittura 95,

Luglio-Settembre 1995,

por Mariangelo Zappitelli)

1 -Premisa

He considerado oportuno demostrar experimentalmente la novedad y la utilidad que la contribución de esta técnica de la poca «fiabilidad» de la fotocopia para impedir la aproximación y la superficialidad del profano o “técnico”, lo que sucede actualmente aunque lo cualifique un buen juez o abogado. Pasando así la responsabilidad a un perito experto, lo que en ciertas circunstancias pueda evidenciar la falsedad o no de la fotocopia.

Dentro de la fiscalía, un experto perito técnico confirma que un documento entregado era autentico, al examinar la fotocopia dictamino que podía haber estado obtenida a través de un fotomontaje. Esto significa que podría reconocerse un documento original si fuera de una primera fotocopia por lo contrario si se hiciese una fotocopia de otra fotocopia ya seria absurdo y muy difícil de identificar si realmente se trata de una fotocopia de un documento original.

Un perito experto, en un caso al examinar un testamento ológrafo juzgó que la falsedad del documento era cierta, ya que no coincidía la frescura de la tinta con la fecha puesta en el testamento.

Otro perito observando el timbre del mismo testamento reproducido en fotocopia juzgó que podía haber estado falseado del original o al menos decolorado para despistar y que sólo hacia falta un examen ultravioleta para confirmar y resolver el caso en cuestión

2 -El valor de la fotocopia

Un documento en fotocopia sin tener el original no se puede obtener ninguna seguridad ni entendibilidad por diversos motivos, como demuestra una vasta literatura de MATHYER que dice, el perito no pude hacer nada sin el original.

GAYET (1961). La alteración del documento, la decoloración y el alargo del trazo era falso, el falsificador pudo efectuar copias del original fácilmente sin llegar a ser sospechoso de nada, eso ocurre por no poseer el original.

SWETT (1966). Dictaminó, que en el estudio de la escritura, ninguna copia independientemente del método utilizado nunca bajo ningún concepto puede ser substituido por el original.

LOCARD (1959), Creía que cualquier mediocre falsificador podía montar un fotomontaje peligroso y difícil de reconocer si se trataba de una simple fotocopia, el cual podía combatir la agudeza de cualquier perito, ante la dificultad del examen de la fotocopia, todavía en 1963 un perito no pudo elaborar ninguna conclusión sobre una fotocopia, no pudiendo decir si era falsa o no.

LATIERRO (1963), “el perito no puede trabajar con fotocopias… y su conclusión por lo tanto será incierta”)

SILVIERI (1967), nada pudo hacer, ni sustituir la realidad gráfica del original a través de una fotocopia.

RENATO PERELLA, (1983), la autenticidad de un escrito, vista en fotocopia nunca puede ser cierta como difícil es averiguar la autenticidad de un documento retocado y fotocopiado.

El hueco ancho uniforme presenta la perspicacia y diligencia observadora de PACIFICO CRISTOFANELLI (1992).

3. – El falsificar o trucar una fotocopia

Para trucar un documento, a través de una fotocopia se puede adaptar varios sistemas:

El mas Simple es aquel que de un original hace una fotocopia retocando antes la parte que quiere sustraer o añadir en la fotocopia.

Otro truco es aquel que consiste en insertar en el texto o párrafo, una parte inexistente recurriendo a la sustitución siempre y cuando se conserven los espacios en armonía con todo el contexto.

Otra operación es la sobre posición, es decir la creación de un documento nuevo recortando parte del documento autentico o componerlo, formando así un documento casi nuevo, esto siempre se reproduce por sobre posición de textos.

Uno de los métodos mas refinados es aquel de la doble exposición que se reproducen con falsos mecanismos. La falsedad de este método es muy difícil de descubrir al no poseer el documento original. Si a habido una reproducción con una maquina especial se puede obtener un documento de tal calidad que será muy difícil de identificar su falsedad.

Fig.1. Transferencia de una firma a un cambio en fotocopia.

Si se posee un documento firmado y se quiere trasladar la firma a propósito, basta con coger un calco y sobreponerlo, escribir y marcar otra vez la firma deseada sobre otro documento. En este caso se obtiene la reproducción de un cambio aparentemente con una firma autentica, con el único defecto aun visible, el no haber estado firmado por la persona física.

Fig.2 Transferencia de una firma autentica (del original) a otro documento.

Si se posee un documento con la firma ver “ANTONIO ZURLO”, se predispone de un escrito a maquina que visiblemente se ha hecho un cambio a través de una fotocopiadora, obteniendo la misma firma pero con un cambio de texto. Se hace presente la particular peligrosidad social de esta falsificación que mete en circulación, ya no solo una fotocopia falsa sino una especie de original donde la firma real solo constara en el verdadero original. Es fácil imaginar el poder de esta técnica sobre todo, si se usa con una fotocopiadora tecnológicamente muy avanzada. Esta técnica convierte el trazo fotocopiado difícilmente distinguible de un trazo real.

4. La realidad de la fotocopia.

El fin de un estudio gráfico ilustrado por CRISTOFANELLI (1992) no da la seguridad de la realidad de la fotocopia, independientemente de la voluntad del operador. Es oportuno señalar alguna situación de riesgo como podemos encontrar el caso de un perito que al examinar determinado documento en fotocopia, ver las interrupciones del trazo, frecuentes en la fotocopia inexistentes en el original.

CONCLUSIÓN:

Si se procede a seguir estos puntos veremos como se averigua con certeza que la fotocopia a estada trucada, la firma, fechas, palabras, etc. Si el fotomontaje ha estado realizado de un modo tosco o vulgar es muy fácil descubrirlo. Supongamos que vamos a hacer un montaje de una carta o manuscrito, si se rige horizontalmente y perpendicularmente sin que los trazos coincidan entre ellos entonces se puede definir la fotocopia como trucada o ejecutada a través del original.

Por lo siguiente, el perito que sigua la investigación detallada de la fotocopia, tiene que tener un cuidado cauto al dictaminar su conclusión y con cierta reserva cuando se trate de averiguar la autenticidad del documento ya que no se puede poseer una total certeza.