UNA MIRADA MÁS DE CERCA AL PROBLEMA DE LA CORROSIÓN DE LA TINTA FERROGÁLICA

Prof. Valeria Orlandini (Master en Ciencias de la

Conservación de Arte

con especialidad en papel,

archivos y bibliotecas)

en la Universidad Católica Argentina

La intención de este artículo es dar una idea de la vulnerabilidad del material y fomentar una toma de conciencia de que salvaguardar los artefactos que contienen tintas ferrogálicas es algo complejo pero que nos ataña a todos los profesionales interesados en preservar los bienes culturales y la historia de la civilización occidental. Desde hace ya una década se está desarrollando con gran interés el estudio y análisis de la corrosión de la tinta ferrogálica, en parte como resultado de las investigaciones realizadas en el Instituto de Bienes Culturales de Holanda. Hay que considerar que en esta iniciativa se enfatiza la variedad de problemas que los conservadores de papel continúan encontrando cuando quieren tomar medidas para conservar y preservar objetos de bellas artes o archivos que se encuentran en colecciones que contienen este medio. Los artefactos con tinta ferrogálica necesitan ser conservados para nuestras y futuras generaciones.

La tinta ferrogálica es la tinta más importante en la historia de Occidente.

Fue conocida por los romanos y comenzó a utilizarse ampliamente después de la Alta Edad Media. No puede ser borrada fácilmente y por lo tanto fue obviamente elegida como medio para llevar los registros de cualquier tipo. Bibliotecas, archivos y museos alrededor del mundo contienen un vasto número de manuscritos, documentos, registros oficiales y composiciones de música que fueron realizados con tinta ferrogálica. Desde la antigüedad hasta el principio del Siglo XX, fue el medio preferido para realizar escrituras y obras artísticas. Plinio el Viejo (23 d.C-79) fue uno de los primeros en usar este medio, también otros importantes documentos históricos como el borrador de la Constitución de los Estados Unidos de América cartas personales de George Washington, Thomas Jefferson y Abraham Lincoln; composiciones de J.S. Bach y manuscritos de Goethe y Victor Hugo fueron realizados con tinta ferrogálica. Desde el Siglo XV, ha sido muy usada para realizar dibujos y fue la favorita entre los artistas por su fuerte y aterciopelado tono. Leonardo da Vinci la utilizó para escribir sus notas y se encuentra también en una gran cantidad de obras de arte de Guercino, los Carracci, Claude Lorrain, Rembrandt, Giovanni Battista Tiepolo, Van Gogh y otros artistas. La preocupación por sus propiedades corrosivas que afectan al papel, hicieron que se la utilizara con menos frecuencia en dibujos del Siglo XX. Finalmente, la tinta ferrogálica perdió su importancia en la escritura debido al desarrollo de varias tintas sintéticas.

La mayoría de las tintas utilizadas para escribir han sido de color negro o negro-azulado. El uso de las tintas negras en la escritura se desarrolló en el mundo Islámico y Hebreo paralelamente con Europa. El primer soporte para escritura en Europa fue el pergamino, y la tinta ferrogálica era preferida a la tinta de carbón (de leña u hollín) porque se adhería a la superficie grasosa de la piel y no podía ser borrada fácilmente con una esponja y agua. Hasta que el papel llegó a Occidente en la Edad Media, el pergamino fue el principal soporte para la escritura.

¿Que es la tinta ferrogálica?

La palabra tinta deriva del Latín encaustum (“quemado”), ya que los ácidos gálico y tánico (dos de los componentes de este material fluido) y la oxidación de sus ingredientes hacen que se perfore o queme la superficie escrita. La tinta puede causar deterioro en el papel y este proceso es frecuentemente llamado ‘corrosión de la tinta’ o ‘quemado de la tinta’.

La tinta ferrogálica está compuesta por cuatro ingredientes básicos: extractos de ácido tánico (obtenido del árbol de roble), vitriolo (sulfato ferroso/ FeSO/ sal de hierro), goma Arábiga y agua. A lo largo de los siglos se confeccionaron centenares de recetas con distintas concentraciones de los ingredientes, y no existe ninguna fórmula estándar o normalizada. Por lo tanto, la identificación de todos los componentes corrosivos que contiene no constituye una tarea sencilla. La durabilidad de esta tinta varía dependiendo de su composición.

Cuando la tinta es preparada no se produce un cambio inmediato en el color de la solución, pero cuando se la aplica sobre el papel y luego es expuesta al aire, se oscurece por la oxidación, formando luego un tanino férrico. Originalmente, los taninos de hierro tienen un color negro-azulado, pero la tinta se torna totalmente negra después de esta oxidación inicial. Con el paso del tiempo, este medio pierde su intensidad y tiende a tomar un tono marrón o marrón grisáceo. Esta variación en el color puede también ser el resultado de la presencia de impurezas (tales como algunos tintes naturales, lignina, índigo, palo Brasil o tintas de anilina). La inestabilidad de esta tinta puede causar un ataque químico sobre el soporte de escritura que se haya utilizado -ya sea papel o pergamino- porque este fluido tiene una alta acidez.

La tinta ferrogálica es generalmente identificada como una tinta marrón pero originalmente de color negro. Cuando el estado de corrosión es evidente, las características más significativas de la tinta ferrogálica son su difusión en el papel, pérdida de su nitidez y una apariencia quemada o perforado. Los ácidos que se encuentran en las tintas causan la “migración” de la escritura de una página a otra, o que se transfiera hasta aparecer visiblemente en el reverso del objeto. En este caso, la corrosión puede ser identificada a simple vista, ya que produce una apariencia de manchas borrosas y sombras, pero está comprobado que el proceso de corrosión se inicia mucho antes de que pueda ser visible.

¿Cuál es el mecanismo de corrosión?

El papel es higroscópico y cuando la atmósfera está muy cargada de humedad, absorbe el agua del ambiente y se expande. Si, por el contrario, la atmósfera está muy seca el papel pierde parte de la humedad que le es necesaria, tiende a contraerse, se hace quebradizo y frágil. La degradación de la celulosa del papel es causada por los componentes de la tinta ferrogálica que aceleran fuertemente ciertas reacciones químicas, tales como la hidrólisis ácida causada por el ácido sulfúrico y la oxidación catalizada por los iones(II) de hierro.

Los principales factores que más afectan en el deterioro de un objeto con tinta ferrogálica son:

Factores internos:

• la tinta (composición y cantidad de tinta aplicada)

• el papel (composición, apresto y grosor)

Factores externos:

• Condiciones del depósito (temperatura, humedad relativa, contaminación del aire, y la iluminación: ya sea de luz solar, luces ultravioleta e infrarroja)

• la manipulación y uso (estudio, exhibición y transporte).

Se puede predecir la estabilidad de un objeto con tinta ferrogálica midiendo cuatro variables claves: el grosor del papel; el espesor de la tinta utilizada; la acidez de la tinta; y el estado de corrosión presente. Ésta ultima variable puede ser medida con un papel indicador de iones de hierro (un simple y rápido método de prueba).

Este examen y análisis favorecerá en la decisión de un oportuno tratamiento de conservación y preservación del objeto.

El tratamiento de la corrosión de la tinta ferrogálica es un proyecto de investigación del patrimonio cultural que requiere un enfoque interdisciplinario. Pensando en los archivos nacionales y provinciales, no quisiera hacer ninguna distinción entre los historiadores, investigadores, curadores así como los administradores, archivistas y conservadores. El primer grupo es entusiasta de dejar todo para propósitos de la investigación. En cambio, el último grupo solo quiere resguardar aquellos documentos que hacen posible la reconstrucción de la historia y sus hechos más destacados. Estas diferencias en el modo de trabajar y pensar causan en la práctica diferentes disponibilidades y usos de las colecciones. Esto también se refleja en la apariencia original de los objetos. En el caso de los artefactos con tinta ferrogálica en corrosión gran parte de este material no podrá estar disponible nunca más si no se toman las medidas necesarias para preservarlos. Los archivos y documentos históricos nos dan una visión de la estructura de la sociedad, nos muestra los acontecimientos y decisiones hechas por generaciones anteriores.

La tarea más compleja que enfrentamos en este momento – los conservadores y científicos trabajando en este tema – es encontrar un tratamiento de conservación que pueda estabilizar satisfactoriamente las propiedades corrosivas de la tinta sobre elementos individuales y también en una escala masiva sin causar alteraciones a largo plazo del papel y sin afectar el aspecto de las tintas ferrogálicas. La complejidad de este medio ha conducido a los conservadores a confiar ampliamente en la conservación preventiva y el máximo desafió es educar al personal a cargo de las colecciones y al público en general sobre la severidad y extensión del problema, ya que no todos los objetos con tintas ferrogálicas muestran signos visibles de deterioro.

Cuidado Preventivo

Guía para el depósito y manejo de los objetos:

• Los cambios de temperatura y humedad relativa aceleran la corrosión de la tinta. Mantener las condiciones ambientales en los depósitos lo más constantes posible (se recomenda 50% humedad relativa y 18º C de temperatura).

• Los objetos con tintas en corrosión son muy susceptibles a daños ocasionados por la luz visible y ultravioleta. Eliminar las radiaciones de luz ultravioleta y almacenar los objetos en un lugar lo más oscuro posible.

• La contaminación del aire acelera la corrosión de la tinta. Almacenar los objetos en carpetas, cajas, o entre papeles libres de ácido usando materiales con calidad para archivo.

Notas y referencias

Información en internet sobre la tinta ferrogálica – Iron-gall ink website:

www.knaw.nl/ecpa/ink

Projecto InkCor sobre la estabilización de la tinta ferrogálica:

www.infosrvr.nuk.uni-lj.si/jana/InkCor/index.htm

Brown, Michelle P., Understanding Manuscripts – A Guide to Technical Terms, he J. Paul Getty Museum in Association with the British Library: Los Angeles, 1994.

Reissland, Birgit y Judith Hofenk de Graaff. Condition Rating for Paper Objects with Iron-Gall Ink, Netherlands Institute for Cultural Heritage: Amsterdam, The Netherlands, 2000.

Reissland, Birgit. Visible Progress of Paper Degradation Caused by Iron-Gall Inks, The Ink Corrosion Meeting: University of Northumbria Newcastle upon Tyne, UK, 2000.

Watrous, James. The Craft of Old-Master Drawings, The University of Wisconsin Press, Ltd.: Madison Wisconsin, 1972.

Caring for Your Family Treasures – Heritage Preservation, Harry N. Abrams, Inc.: New York, 2000.

Iron-Gall Ink Corrosion, Proceedings European Workshop on Iron-gall Ink Corrosion, Museum Boijmans van Beuningen Rotterdam y Netherlands Institute for Cultural Heritage Amsterdam, 1997.

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