Breve síntesis histórica de la evolución del sello.

 

 

Articulo recopilado y condensado

Por: Jorge Marti

El sello que comúnmente utilizamos en la actualidad, cualquiera sea su forma y origen, tiene su origen en los utilizados en la Mesopotámica.

Estos se construían de manera cilíndrica, sobre hueso o piedra, con dibujos bajo relieve de formas geométricas o con figuras de animales, que se hacían rodar sobre arcilla húmeda para producir un dibujo en sobre relieve.

Los sellos servían para autentificar los documentos escritos en arcilla, poniendo su marca en el documento y en la caja, de madera de olivo, que servía de guarda del sello. Con la propagación de la escritura se incrementó el uso del sello que se fabricaba en comienzo con bronce, luego con distintos metales preciosos y gemas.

Los antiguos griegos y romanos utilizaban, incluso con fines legales, sellos, anillos de sello y sellos de retrato con la efigie del propietario. Su empleo estaba muy extendido en la Europa medieval, no sólo entre los gobernantes y funcionarios, sino también entre los pequeños terratenientes.

Había sellos reales, religiosos, municipales y comerciales y eran de gran importancia para el gobierno, similar a lo que ocurre en la actualidad.

En la Edad media en los contratos matrimoniales, de tradición inglesa, se firmaban y se lacraban colocando el sello familiar, sello personal.

En la India, China y en Japón se utilizaban los sellos para confirmar una firma o para identificar posesiones como cajas, libros o cuadros.

Cuando el Sr. Charles Goodyear, patentó el proceso de vulcanización en el año 1884, dio origen al sello de goma tal cual lo conocemos en la actualidad.

Los primeros métodos empleados consistían en utilizar letras de goma fijadas a un rodillo cuya impresión se llevaba a cabo haciendo rodar el mismo sobre el papel, evocando a los sellos mesopotámicos. Para mediados del siglo veinte los sellos de goma eran elementos muy habituales.

ADULTERACIÓN DE SELLOS DE GOMA

SU DIFERENCIA CON LOS SELLOS METALICOS

Los sellos de cuño complaciente (poliméricos, gomígrafos, etc…), presentarían debido a los materiales y tipo de fabricación, cuatro tipos comunes:

  • Sellos de Goma artesanales.
  • De Goma vulcanizada.
  • Polimero.
  • Corte láser.

Las peritaciones sobre estampaciones de sellos (ya sean de goma, polímeros, metálicos o del tipo mecánico) se realizan tradicionalmente, cotejando solamente formas, tamaños y particularidades tales como deformaciones o irregularidades del entintado.

Básicamente, existen tres métodos de falsificar sellos, con características totalmente concordantes con el original:

  • Sellos realizados por serigrafía.
  • Por impresión.
  • Por fabricación de una reproducción con polímero.

El primer método, permite reproducir con bastante calidad una impresión de sello original.

El primer paso consiste en obtener la imagen del estampado original para luego ampliarla y retocar sus detalles. En este paso también puede realizarse la obliteración (por métodos digitales) de imágenes que se superpongan con el sellado (partes de escrituras, firmas, fondos, etc.)

Posteriormente se elabora el cliché que será transferido a un bastidor apropiado, usando la tela porosa que se utiliza en serigrafía, con una imagen invertida de la matriz original. Sobre la misma se volcará la tinta que atravesará los microporos y que luego de numerosas pruebas, se estampará en el papel, reproduciendo puntualmente el formato del sello matriz.

Otro método consiste en generar una imagen digital del sellado a reproducir que será procesada también con el software apropiado (Corel Photo Paint, Adobe PhotoShop) y que permitirá el retoque de la imagen y la eliminación de escrituras o impresiones ajenas al mismo.

Mediante una impresora a chorro de tinta de gran calidad, puede obtenerse una reproducción casi perfecta del sellado genuino y que al utilizar solamente tinta negra.

En cuanto a los sellos falsificados en polímeros, se obtienen mediante los siguientes pasos:

  • Escaneado del original a altas resoluciones con scanner de 42 bits de profundidad y que no posean distorsiones como los anillos de Newton.
  • Creación del positivo (sobre papel vegetal o transparencia de acetato, eventualmente con fliml)
  • Fabricación de un cliché en película negativa del tipo AGFA 510 y/o similares, con las respectivas aplicaciones a posteriori de revelador y fijador. También se puede utilizar un negativo efectuado con impresora láser.
  • Insolado, creación del sello, lavado y secado.

Básicamente es un trabajo del tipo artesanal y que si bien presenta algunas complicaciones de tipo práctico, el resultado es indistinguible del original, motivo que debe llevar manejarse con extrema cautela y profesionalismo al momento de dictaminar sobre una estampación de sello de goma. Volviendo al proceso descrito, la calidad del sello dependerá del original obtenido que se traspasará al negativo.

Una vez obtenido este cliché o matriz, el siguiente paso es la fabricación de un sello en polímero.

Aplicación a la Técnica Pericial Caligráfica.

Dependerá de la calidad del falsificador y los recursos que utilice, obtener un sello igual al que se quiere copiar. De las observaciones y análisis practicados, se han verificado concordancias respecto a mediciones (efectuadas con escalímetros escala 1:125 1:250), superposición de imágenes (negatoscopio) de tipografías, imágenes o dibujos, irregularidades del entintado, aplastamientos, disposición de los caracteres, espesores de líneas, interlineados, medidas de seguridad, etc. Esto significa que la fabricación de este tipo de sellos limita la actuación de los Peritos Calígrafos que no están actualizados ni especializados en este tipo de técnicas.

Se ha verificado que los aplastamientos (producidos por el desgaste y uso), y todas las técnicas de seguridad que se están utilizando en sellos de bancos y ministerios son reproducibles en calidad, formas, tamaños y medidas. No obstante, la calidad de la falsificación dependerá de un excelente original para obtener un perfecto sello mellizo, como así también de un experto falsificador.

Estudios realizados no solo sobre la confección y preparación del sello en si, sino también del lavado del mismo han demostrado que este último procedimiento es esencial para producir un mayor desgaste del polímero en el lavado o para reproducir la calidad del original a falsificar.

Incluso el uso de análisis de tintas no resulta determinante, ya que tanto en el caso del sello serigráfico y especialmente el fotopolímero, pueden utilizarse tintas que habitualmente se emplean en las estampaciones de sello de goma, obtenibles en el mercado.

Sólo el caso de la impresión a chorro de tinta puede revelar su naturaleza, mediante este tipo de análisis, lo cual lamentablemente limita en mucho a los calígrafos en cuanto a este tipo de estudio.

Similares consideraciones deben aplicarse a las impresiones de máquinas timbradoras (cargos, timbrados fiscales, timbrados de bancos y oficinas de correos, etc., a excepción de los casos que más abajo se detallarán)

Podría resumirse que los dictámenes sobre sellos de goma serían en la inmensa mayoría de los casos, análogos a los de fotocopias, atento que las técnicas analíticas actuales no permiten al perito arribar a una conclusión libre de dudas.

Sellos metálicos.

Los sellos metálicos, tales como los matasellos que normalmente se utilizaban en las oficinas de correos (hasta su privatización) presentan una inapreciable ventaja para su estudio pericial, ventaja de la que carecen normalmente los sellos gomígrafos: la huella o depresión que el impacto de la estampación deja sobre la superficie del papel. Demás está decir que esta característica en modo alguno podrá ser reproducida por ninguno de los medios de falsificación aquí detallados y que hacen a la naturaleza misma de estos elementos de impresión.

Similar concepto puede aplicarse a las máquinas timbradoras cuyos cuños impresores tengan la necesaria fuerza para imprimir un surco o huella en la hoja.

Para analizar la huella o surco de un sello o timbrado de cuño metálico, el perito apelará a las mismas técnicas utilizadas para la apreciación de la presión gráfica de un manuscrito, o más apropiadamente para la observación de escrituras mecanografiadas, que se rigen por los mismos principios. Por lo tanto, mediante el uso de amplificación apropiada y luz rasante, se verá coincidir perfectamente la imagen entintada con la depresión estampada en el papel soporte.

Por lo tanto, el uso irrestricto de los sellos de cuño metálico, impediría a los falsificadores reproducir los mismos, con el obvio beneficio y tranquilidad para el Estado y particulares, que de tal modo podrían volver a confiar en la autenticidad de un sellado, dada la irreproducibilidad del mismo.

Respecto a ello, se deja de manifiesto que en el caso de las máquinas electromecánicas, encargadas de producir el cargo en los escritos judiciales, revisten esta categoría, sin perjuicio de ello y a los fines de entorpecer la posibilidad de una falsificación con máquinas similares, se podrían introducir sistemas de seguridad, (como por ejemplo signos o señales particulares) que se impriman sin ser notados por los usuarios, sobre el soporte de los sellos.